TU MUERTE


La noche ha llegado silenciosa
trayendo de regreso tu mirada penetrante.

Es hora de derramar mi sangre
para satisfacer a tu alma confundida.

El viento agita su tristeza
acompañando mi mendigar
por esta vida a la que no volverás jamás.

Las orquídeas marchitas
envueltas de sueños
lloran sobra tu tumba.

Nostalgias disfrazadas de recuerdos,
promesas de amor condenadas al olvido.

El cielo posa sus lágrimas
sobre la tierra que cubre tu ataúd,
rodeada de gusanos
eres banquete de una noche.

Mañana el olvido te alejará de la memoria,
el tiempo de tus restos te hará polvo.
tu nombre se borrará del epitafio,
serás la cruz caída
donde pague mis culpas.