BIOGRAFÍA DEL LUTO

Un día quise ser cadáver
y me salí del vientre de mi madre,
como el soplo de un suicida
sangré por el dolor.
Lágrimas negras,
ojos de cuervo,
poetas muertos
que en un instante ciñeron su luto
a esa sonrisa que siempre me faltó.

La muerte me recogió temprano
para ser su perro
y morder los huesos de la vida,

Mi hambre: una fábula de horrores
en la que marchito los días,
mi sed: una vasija con sangre
donde beben los ahorcados.

No tengo demonios
pero sigo sus pasos
en el camino donde yace muerta mi alma.