LAS FLORES

Flores y más flores,
las hay de todos los colores.

Esas que para una persona son todo
y otras que nacen solitarias en el lodo.

Unas son adorno matrimonial
y otras: protocolo de un funeral.

Algunas tienen punzantes espinas,
otras: polvo que enloquece las retinas.

Las consiente el jardinero
igual que el sepulturero.

La mano vieja que muere
y corazón que siempre hiere.

Están sobre un templo de plegaria maldita
pero también en la tumba marchita.

Y aunque algunas sean mente que no razona
todas nos sirven de fúnebre corona.

Algunas alivianan las partidas
otras cavan más hondo las heridas.

Yo prefiero las que tienen color de noche
porque hurgan mi sangre sin reproche.